lunes, 11 de noviembre de 2024

Ya no manan mis ojos lágrimas de sal

 

Ya no manan mis ojos lágrimas de sal,

ya se han detenido los latidos de mi corazón.

Sigo prisionero en la amargura de mi soledad

en un espacio

sin tiempo,

sigo buscando

el ángulo de la luz

en la amplitud de la oscuridad.

En la cárcel de amargura ya no hay puertas para la libertad,

sólo angostas ventanas para el olvido por donde entra el aire

húmedo de la nostalgia, la lluvia amarilla

del recuerdo,

a veces

las notas de un ruiseñor herido.

Las fuentes de mi corazón ya no manan

y mis ojos se han quedado sin latidos.

De Cárcel de amargura 

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