¡Cuánta incertidumbre en los pasos perdidos por la senda
del silencio! ¡Cuánta tristeza en la soledad de las horas!
¡Cuánto vagar por las llanuras de la desesperación!
Camino solo,
con el tiempo suspendido
en mis brazos,
con la mirada perdida en la inmensidad
de mi pena,
con mis ojos arrebolados,
con el silencio de un aullido entre mis manos.
Y una mirada sin rostro sobre mis pasos perdidos.
Camino por el límite de la mentira
hacia las sombras de la locura
por un camino equivocado.
¡Dolor que corre por el río
de mis venas!
De Cárcel de amargura
© Julio Noel
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