¡Cuánta resignación en los días del abandono y el olvido!
¡Cuánta amargura en las horas llenas de espanto!
Iba solo por la senda del dolor hacia la noche oscura
del llanto,
iba solo por la orilla del viento
hacia el parpadeo de las estrellas con el sufrimiento
en mis manos,
hacia el vuelo azul de los pájaros
con la luz entre mis
dedos.
Iba solo
por el camino blanco de mis sueños
hacia mis más tiernos recuerdos.
Huía de una sombra que perseguía
mi desengaño.
De Cárcel de amargura
© Julio Noel
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