viernes, 29 de diciembre de 2023

¡Ah los lirios que crecen en la dulzura de unos ojos!

 

¡Ah los lirios que crecen en la dulzura de unos ojos!

¡Ah las caricias que se escapan de unas manos cándidas

hasta hundirse en la misericordia!

Pero el llanto herido de mi corazón está solo en el olvido,

roto en la ausencia de una mirada,

pálido ante unos ojos que queman de ira.

Sobre mis labios enmudecidos cae el escozor de una llama

que arde en la albura de la inocencia hasta extinguirse

en un odio infinito.

Una espesa sombra ciega la luz de mis ojos

que tan sólo quiere recordar la dulzura de los lirios

y las caricias de unas manos

perdidas en el olvido.

Sobre el silencio de mis labios

se derrama el acíbar de un odio infinito.

De Cárcel de amargura 

viernes, 22 de diciembre de 2023

El miedo asciende por las paredes del llanto y se hunde en el verdor de la hierba

 

El miedo asciende por las paredes del llanto y se hunde en el verdor de la hierba.

Hay lágrimas que ruedan por la amarillez de las horas

para convertirse en ascuas incandescentes

en los ojos del miedo.

Y hay gritos rotos en un corazón desolado.

La ira de la mirada sigue afilando la daga del enojo

hasta dibujar el horror de una mueca

en unos labios lívidos.

Como el carmín de una amapola arde el sonrojo

de la inocencia

en un suspiro roto que cae en lo más hondo de la amargura.

La soledad y el abandono acompañan el llanto de silencio

que se desliza por la ausencia de unos ojos.

Fuera cae

una lluvia fina sobre la quietud del tiempo.

¡Oh libertad!

De Cárcel de amargura 

viernes, 15 de diciembre de 2023

He traspasado la línea blanca de la inocencia

 

He traspasado la línea blanca de la inocencia para caer

en el límite del dolor.

A mi lado veo batir alas negras que rozan mi corazón

y dejan tatuada la angustia en mis labios.

Una mirada de ira

me envuelve en su manto

y mis ojos se llenan de la blancura de la nieve.

Una lágrima quiso rodar por la orilla

de mi llanto,

pero el llanto se ocultó en la comisura del miedo.

Más allá sólo hay dolor y soledad,

más allá, sólo silencio.

Un bramido como el mar retumba en las paredes

del olvido

y en la ira de la mirada se refleja la mueca del horror.

De lo más hondo de mi angustia huye

un alarido.

De Cárcel de amargura.