viernes, 25 de octubre de 2024

Otra vez el odio de la sombra quemó la blancura de los lirios

 

Otra vez el odio de la sombra quemó la blancura de los lirios.

Otra vez una voz sin rostro golpeó el dolor

de las horas tristes de mi soledad. Y mi abandono

no tenía fin.

Por el recuerdo de mi nostalgia fluía

el hontanar de mi llanto hasta los latidos

de mi corazón.

Allá, lejos,

en el límite del olvido,

un jilguero me abría la luz de su canción.

Y volví a soñar con la transparencia del agua,

con la melodía del silencio,

con el aire azul…

Volví a soñar con mis sueños,

¡oh clara beatitud!

De Cárcel de amargura 

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