jueves, 31 de octubre de 2024

Desde la blancura de mi inocencia caí en la amargura

 

Desde la blancura de mi inocencia caí en la amargura

de mi presidio. Desde la blancura de mi inocencia

caí en la lobreguez del llanto.

Una lágrima furtiva

resbaló

por la lentitud del tiempo

hasta horadar los latidos de mi corazón.

Y un suspiro voló hacia la luz de la añoranza.

Cuánta soledad y abandono entre tanto vuelo herido.

Mis manos temblaban

al sentir el frío de una mirada

que se posaba en la orilla de mi espanto,

al sentir la furia de una sombra que se interponía

en mi camino.

¡Oh blanco candor de los campos perdidos!

De Cárcel de amargura 

miércoles, 30 de octubre de 2024

Vuelvo a beber la copa de la amargura en la penumbra

 

Vuelvo a beber la copa de la amargura en la penumbra

de las horas. Bajo luces descoloridas

veo sombras de palabras que van cortando mis sentimientos

y derramándolos

en la lluvia de mi dolor

como pétalos heridos.

Hay presagios que vuelan en las alas de la lechuza

y que se esconden en su grito desesperado.

Por los límites oscuros de la noche

se oyen

voces lúgubres

que se posan en la hondura

de mi llanto y caen en el hueco del dolor.

Vuelvo a beber la amargura de la soledad

bajo la blancura de unos lirios.

De Cárcel de amargura 

lunes, 28 de octubre de 2024

Las lágrimas eran lentas en la blancura de la inocencia

 

Las lágrimas eran lentas en la blancura de la inocencia,

lentas en la incertidumbre del miedo,

lentas

en la lentitud de las horas,

lentas en el ritmo amarillo del tiempo.

Por la fragancia de las azucenas

ascendía el dolor del engaño hasta cegar la luz de unos

ojos inmaculados.

Por los latidos de sus venas fluía hasta la mansedumbre

de sus corazones

rotos en el límite de su abandono,

heridos en la candidez de su mentira.

Dibujó el signo del miedo en la mueca de

sus labios

antes de apagar su última esperanza.

Cárcel de amargura llena de olvido y espanto.

De Cárcel de amargura 

viernes, 25 de octubre de 2024

Otra vez el odio de la sombra quemó la blancura de los lirios

 

Otra vez el odio de la sombra quemó la blancura de los lirios.

Otra vez una voz sin rostro golpeó el dolor

de las horas tristes de mi soledad. Y mi abandono

no tenía fin.

Por el recuerdo de mi nostalgia fluía

el hontanar de mi llanto hasta los latidos

de mi corazón.

Allá, lejos,

en el límite del olvido,

un jilguero me abría la luz de su canción.

Y volví a soñar con la transparencia del agua,

con la melodía del silencio,

con el aire azul…

Volví a soñar con mis sueños,

¡oh clara beatitud!

De Cárcel de amargura 

miércoles, 23 de octubre de 2024

¡Qué lentas las horas en los días de la nostalgia!

 

¡Qué lentas las horas en los días de la nostalgia!

¡Qué lento peregrinaje por la amargura del abandono!

¡Qué vacío todo mi entorno!

Una sombra guía todos mis pasos hacia

el imperio de la mentira. De su boca sin rostro salen

palabras que hieren el color de mis sentimientos, voces

que rompen los latidos de mi corazón,

sonidos que resquebrajan

el silencio de la paz.

Quiero huir. Huir del tedio de tantas

horas perdidas en el camino del no regreso,

en el camino del no andar.

Quiero romper las cadenas que me amarran

a la amargura de mi soledad,

y buscar el aire libre en las olas

del tiempo.

De Cárcel de amargura 

lunes, 21 de octubre de 2024

Antes de la noche amarga fue la luz

 

Antes de la noche amarga fue la luz. La luz que iluminaba

mi camino. Su claridad trasminaba la fragancia

de las flores, la transparencia

del aire, la melodía

del silencio.

Cielo azul por donde volaban mis sueños.

Destello que guiaba mis sentimientos por la hondura de mis emociones.

Como pájaro de cristal subía y subía hasta tocar la luz

en una estrella fugaz

y luego me confundía

con el aroma de las flores

como abeja que busca el néctar de su polen.

Soñar y soñar era mi destino a la orilla del mar

hasta que mis ojos quedaron deslumbrados

por la amargura de la noche.

De Cárcel de amargura 

viernes, 18 de octubre de 2024

Tú y sólo tú veían mis ojos en la luz más oscura

 

Tú y sólo tú veían mis ojos en la luz más oscura

de la noche más lóbrega.

Eras sólo una voz

sin rostro

que golpeaba la exhalación más

tenue de mi alma.

Eras sólo la sombra de un fantasma.

Tu palabra hería los latidos

de mi corazón hasta romper el dolor de mis venas.

Tu palabra hería los latidos de mi corazón hasta teñir

de púrpura mis emociones

y hacerme caer

en la noche más desesperada.

Ven ya a mí, transparencia del alba, y redímeme

de estas cadenas tan amargas.

 De Cárcel de amargura 

miércoles, 16 de octubre de 2024

En el límite lejano del tiempo la amargura ascendía

 

En el límite lejano del tiempo la amargura ascendía

por el árido desierto de la tristeza.

Seguías inyectando tus ojos desorbitados

en mi dolor

y cada vez te alejabas

más del camino de la misericordia.

Ni una palabra dulce en tus labios ni un gesto de ternura

en tu mirada.

Sólo rencor y desprecio.

No podía ser más cruel mi abandono

ni más inhumano mi olvido. En la transparencia

del aire volaban melodías que perseguían la luz y

nacían vagas esperanzas en lo más recóndito

de mi corazón que poco a poco

se iban diluyendo en la

soledad de mi alma.

De Cárcel de amargura 

lunes, 14 de octubre de 2024

Otra vez fulminaste con tu mirada la luz de mi ausencia

 

Otra vez fulminaste con tu mirada la luz de mi ausencia.

Otra vez tuve miedo ante la soledad de mi abandono.

¡Y qué solo estaba en el jardín

de la inocencia!

¡Y qué sola estaba mi blancura

entre los lirios!

Tu rencor amargó la lenidad de mi lamento que endulzaba

los latidos de mi dolor.

Y tuve miedo de tu silencio.

Y tuve frío ante el terror que despedían tus airados ojos.

Y tuve compasión de tantos oídos mudos,

de tantas bocas sordas

ante la inclemencia de tus manos.

El color encendido de la ignominia cubrió de fuego

mi llanto.

De Cárcel de amargura

viernes, 11 de octubre de 2024

Sentía clavada en mi dolor una mirada llena de sangre

 

Sentía clavada en mi dolor una mirada llena de sangre.

Unos ojos inyectados en odio cruzaban

el álgido fuego que quemaba

mi corazón

y una sonrisa diabólica

se escondía tras una mueca sin rostro.

Una sombra se acercó a mí en la cárcel de mis sufrimientos,

una sombra vestida de negro.

Dos lágrimas de espanto rodaron por la tristeza

de mi soledad

como dos gotas de plomo derretido

que quemaran el hastío de tanta ausencia,

el abandono de tanto olvido,

la angustia de tanta nostalgia.

En los cristales de mi prisión revolotearon

dos pájaros heridos.

De Cárcel de amargura 

miércoles, 9 de octubre de 2024

Huía por los pasillos de la nostalgia más allá de la prisión

 

Huía por los pasillos de la nostalgia más allá de la prisión

de mi voluntad,

más allá

de los límites del abandono.

Huía en una nube azul

hacia un horizonte lejano, hacia la transparencia de la luz.

Atrás quedaba el horror de una mueca, la soledad

de mi amargura, el dolor de mis cadenas,

la estela de mi pesar.

Huía por la línea azul del tiempo hacia Arcadias

de ensueño.

Bebía

del aire la dulzura,

del agua la transparencia,

de las flores la fragancia, de las aves el vuelo…

en mi soñar.

De Cárcel de amargura 

lunes, 7 de octubre de 2024

Un velo de tristeza se extiende por las alas de mis sueños

 

Un velo de tristeza se extiende por las alas de mis sueños.

Lágrimas de sufrimiento resbalan por la blancura

de la nieve que cae en el frío

de mi corazón.

Abrojos y espinas sembrados en

la senda del olvido hieren mis pasos perdidos

en la amargura de mi llanto,

en la cárcel de mi dolor.

Pasos perdidos en la prisión oscura de mi soledad,

pasos que huyen de una mirada de odio

que cae

sobre la blancura inmarcesible de un lirio roto.

¡Oh luz que te alejas de mis alígeros sueños!

¡Oh ansias de volar!

De Cárcelon de amargura 

viernes, 4 de octubre de 2024

Ardía en anhelos de volar

 

Ardía en anhelos de volar. Soñar con vastas regiones

etéreas que me trasladaban a paraísos ignotos,

con la transparencia del aire en la

blancura de la nieve,

con el cielo azul,

con el vuelo de los pájaros, con la armonía de la luz.

Soñar con la sonrisa de las flores,

con las caricias del sol,

con los suspiros del viento,

con lágrimas de plata en noches de terciopelo.

Ardía en anhelos de soñar y volar por la melodía

azul. Pero

una voz amarga seguía golpeando

mi desconsuelo.

De Cárcel de amargura 

miércoles, 2 de octubre de 2024

Llegué a la altura del dolor y vi que mi corazón estaba

 

Llegué a la altura del dolor y vi que mi corazón estaba

sangrando. Había subido

hasta tocar con mis labios la hiel del tiempo

y tuve miedo. Vi suspiros blancos que caían en

la transparencia del aire

y latidos

de lirios rotos

que se sumergían en el olvido.

Las voces argentinas de la inocencia se fundían con

el canto de los pájaros perseguidos

por la luz

y sus gritos acariciaban el viento.

Llegué a la altura del dolor, pero no al final

del camino.

Una sombra se interpuso entre mi soledad y el olvido.

De Cárcel de amargura