En la inmensa negrura te alejaste de mí
una noche de mayo encendida de aromas,
como rojos rubíes relucían tus pétalos
en el verde batir de las porfiadas olas.
Tus inflamados efluvios prendían el aura
como los flameantes labios de la bella aurora
y el latir de tu verde mirada se diluía
en el inmaculado hálito de las negras sombras.
Quise acariciar el soplo de tu áurea estela
en el dolor que roía mi corazón a solas,
pero las encendidas fragancias de tus pétalos
te alejaron de mí en el silencio de las sombras.
Una noche de mayo bebí tus encendidos
perfumes en los rojos labios de una amapola
y en el azulado silencio de las estrellas
te diluiste como las lágrimas de una rosa.
De Aromas de nostalgia
No hay comentarios:
Publicar un comentario