miércoles, 15 de mayo de 2024

Tristeza infinita que resbalaba sobre mi piel

 

Tristeza infinita que resbalaba sobre mi piel

como lluvia fría de otoño:

eran los días del desencanto,

eran las horas interminables del abandono y el miedo.

Subí por la senda de la amargura hasta tocar con mi hastío

las saetas del tiempo

y vi que aquél

no era mi destino.

¿A dónde había llegado?

Una lágrima rodó por la hendidura de mi corazón roto

y un suspiro voló hacia la inmensidad

de la luz.

Y después de un atardecer silencioso

todo volvió a sumergirse en la tristeza

que aplastaba mi piel.

De Cárcel de amargura 

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