lunes, 13 de mayo de 2024

En alguna sonrosada mañana de abril

 

En alguna sonrosada mañana de abril

los dedos de mi flébil fantasía han tejido

con finísimos hilos de oro y éter añil

el dorado velo de los sueños del olvido.

Inmaculados efluvios de sangre emanaban

de las heridas de mis recuerdos más queridos,

eran fragantes aromas que al aura arrojaban

los pétalos rojos de mis hirientes gemidos.

Blancas nubes de esencias volaron a los cielos

como enjambre de abejas que busca un nuevo nido,

de mis ojos la luz cegaron con sus vuelos

después de abandonar mi corazón herido.

Una mañana de abril, dulce y sonrosada,

mi flébil fantasía tejió un dorado velo

que cubrió la memoria de mi vida pasada

en el azul soñar por los caminos del cielo.

De Aromas de nostalgia 

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