La ternura de una flor rompió
tu fragancia en mis manos
cuando en el silencio azul de la noche
sentí el susurro de tus labios.
En las verdes olas del mar
la luna estaba llorando
mientras una azucena exhalaba
blancos suspiros a mi lado.
El vértigo de tu perfume me arrastró
hasta la vorágine de un fuego álgido
que inflamó mi pasión
para morir en tus brazos.
La ternura de tus lágrimas se
derramó entre suspiros amargos
y llenó de dulce elixir
la copa de mis labios.
De Jardín de fragancias
© Julio Noel
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