Te vi vestida de rojo terciopelo
en el amanecer de mi engaño,
sumergida en una copa de perfume,
suspendida en el canto de los pájaros.
Sonreías en las alas del sueño
con arcangelical encanto
mientras las mariposas bebían
el carmín de tus labios.
Tus pétalos derramaban alegría
y dulzura a cántaros
cuando tu ternura se deshacía
entre los dedos de mis manos.
Te vi de rojo terciopelo vestida
entre claveles y nardos
cuando mi mirada se perdía
en el morir de un desengaño.
de Jardín de fragancias
© Julio Noel
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