La primavera sonreía en tus labios:
era la hora de los sueños
que se deshacían entre mis manos
como perfume de pétalos
suspendido en las hojas de los álamos.
Una fragancia azul se desvanecía
en la luz de unos ojos garzos
y del añil de sus pupilas
fluía un velo álgido
que encendía mi pasión
para beber el rubor de tus labios.
De la blancura de tus pétalos
una paloma voló hasta lo alto
para acariciar la fragancia
que rezumaban tus labios.
De Jardín de fragancias
© Julio Noel
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