¿Te acuerdas de las caricias, de nuestras caricias,
del rubor que recorría los prados,
de la verde brisa que se escondía en la arboleda,
del color carmesí que encendía tus labios?
¿Recuerdas aquellas cadencias que nos cautivaban,
aquellas notas amarillas que besaban nuestro tacto,
aquellas redondas fragancias que inflamaban
la quietud y el silencio de nuestras manos?
Hoy ya no hay fuego en la hierba
ni caricias en las hojas de los álamos
ni cadencias escondidas en el aire
ni amapolas encendidas en tus labios.
Hoy sólo queda la quietud de tu recuerdo
y el sonido de tu silencio amargo
y el sabor de tus ruborizados besos
y la evocación de un sueño de verano.
De Jardín de fragancias
© Julio Noel
No hay comentarios:
Publicar un comentario