Dorada abeja quisiera ser
para libar el aroma de tus labios,
ocultar en tu seno mis agravios
y en tu dulce perfume renacer.
Como verde colibrí quisiera volar
para beber el néctar de tu boca
y después, con mis alas rotas,
de ti no poderme alejar.
Blanca fragancia que acaricias el aura
con el velo de tu castidad,
besar quisiera tus azules labios
y luego volar sin desmayo
hasta morir en las olas del mar.
O beber el color de tu aroma
y volar y volar como blanca paloma
sin poderte olvidar.
Como colibrí que apenas roza tu perfume
y tu dulce néctar con fruición consume
quisiera ser.
Y así sin rozar la levedad de tus pétalos
bebería la blancura de tus senos
para no desfallecer.
Dorada abeja quisiera ser
para en tu dulce perfume volver a nacer.
De Jardín de fragancias
© Julio Noel
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