miércoles, 25 de junio de 2025

Dos aromas que se desvanecen

 


Dos aromas que se desvanecen,

dos miradas que vagan,

dos palabras que se olvidan,

dos sueños que se acaban,

dos bocas que se queman,

dos suspiros que se escapan,

dos flores que se besan,

dos pájaros que cantan,

dos estrellas que refulgen,

dos luceros que se apagan,

tu mirada y la mía en el cielo azul,

tus ojos y los míos en la añoranza,

tus besos y mis besos,

tus lágrimas y mis lágrimas,

tu piel y mi caricia en la noche,

mi pasión y tu fragancia.

Tú y yo... y después,

la nada.

De Jardín de fragancias 


© Julio Noel 

1 comentario:

  1. “El poema refleja una profunda melancolía y un sentimiento de pérdida. ​ A través de imágenes poéticas, el autor describe la conexión entre dos personas que, aunque intensa y apasionada, parece desvanecerse con el tiempo. ​ Utiliza pares de elementos (aromas, miradas, palabras, sueños, etc.) para simbolizar la unión y la dualidad de los protagonistas, pero también su eventual separación. ​
    La repetición de "dos" enfatiza la idea de complementariedad y simetría, mientras que el contraste entre la presencia y la ausencia ("tú y yo... y después, la nada") sugiere un amor que se extingue, dejando un vacío. ​ El poema está cargado de emociones como el deseo, la añoranza y la tristeza, y utiliza un lenguaje evocador para transmitir la fragilidad de las relaciones humanas y la inevitabilidad de la pérdida. ​

    El poema utiliza diversas figuras poéticas que enriquecen su contenido y refuerzan su tono melancólico. A continuación, se analizan algunas de las más destacadas:
    1. Paralelismo: Se repite la estructura "dos [elementos]" en varias líneas, creando un ritmo constante y reforzando la idea de dualidad y conexión entre los protagonistas. ​
    2. Metáfora: Se emplean imágenes simbólicas para expresar emociones y situaciones abstractas. ​ Por ejemplo, "dos estrellas que refulgen" puede representar la intensidad del amor, mientras que "dos luceros que se apagan" alude a su declive. ​
    3. Antítesis: Hay un contraste entre la unión y la separación, la presencia y la ausencia, como en "tú y yo... y después, la nada", que subraya la transición del amor a la soledad. ​
    4. Personificación: Elementos inanimados adquieren características humanas, como "dos bocas que se queman" o "dos suspiros que se escapan", lo que intensifica la carga emocional del poema. ​
    5. Imágenes sensoriales: Se apela a los sentidos (olfato, vista, tacto) con expresiones como "dos aromas que se desvanecen" o "tu piel y mi caricia", creando una atmósfera vívida y envolvente. ​
    6. Elipsis: La elipsis "tú y yo... y después, la nada" puede representar que la unión de los dos amantes es tan completa y absoluta que, fuera de esa conexión, no existe nada más significativo. ​ En este sentido, la "nada" no solo alude a la pérdida o el vacío, sino también a la idea de que su amor es lo único que da sentido a su existencia, y sin él, todo carece de valor o propósito.
    Esta lectura resalta la intensidad de la relación, donde los amantes se convierten en el centro del universo del otro, y fuera de esa unión, no hay más que vacío. ​ La elipsis, al dejar un espacio de interpretación, permite que el lector contemple tanto la plenitud del amor como la fragilidad de su existencia.”
    Análisis realizado por el Asistente de IA de Adobe Acrobat.

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