miércoles, 12 de junio de 2024

Tenía frío y tú mirabas para otro lado

 

Tenía frío y tú mirabas para otro lado. Como el sigilo de una sombra

te acercabas a mi lecho para regocijarte en mi dolor.

Y la noche caía sobre mi llanto

que resbalaba

por los párpados del miedo.

Y mis suspiros se congelaban en el frío.

Una sonrisa diabólica se escapó de la mueca de tus labios

hasta herir mi corazón:

mis manos temblaron en la soledad

del abandono

mientras una chiribita de rencor

iluminaba la espesura

del silencio.

Te alejaste

con pasos perdidos

en la oscuridad de la noche

para que mi llanto anegara la altura del dolor.

De Cárcel de aamargura 

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