Un velo de tristeza cubre la cárcel de mi desengaño.
He subido por la pendiente del dolor hasta agotar mi corazón
y he olvidado el tiempo.
He visto gritos desesperados hundidos
en la inocencia y ojos en blanco
mirando al vacío.
Por los entresijos de mi soledad
se iban deslizando los anillos del tiempo
hasta desaparecer en la inmensidad de las horas perdidas.
Desde lo hondo del olvido recuerdo las alas de transparencia que
volaban por el mar azul
y las flores
inmaculadas
que derramaban su aroma envuelto en dulce llanto
y el canto de la alondra en los alcores.
¡Oh desvanecida luz!
De Cárcel de amargura
No hay comentarios:
Publicar un comentario