La luna llora lágrimas de plata
sobre el negro sudario de la noche,
cabalga en una carroza de nácar
tirada por dos corceles de bronce.
El color de sus labios me sonríe
cuando las campanas tocan las doce,
sus aromas ascienden carmesíes
como volutas hasta el azul orbe.
Mis labios besar quieren tus labios
en el mudo silencio de la noche,
pero tú te arrebolas en mis brazos
cuando el llanto de las rosas oyes.
¡Ay, qué tendrá, qué tendrá la luna,
que llora lágrimas de sangre esta noche!
¡Ay, qué tendrá, qué tendrá la luna,
para que su linda faz se sonroje!
De Lágrimas de plata en la noche