Un suspiro silencioso pasa
por las sombras de la noche
despertando en tus labios una ternura
que en lágrimas amargas se rompe.
Yo quisiera acariciar con mis labios
esas gotas de rocío que corren
por el terciopelo de tus pétalos
hacia el profundo abismo de la noche;
y beber con delirio el acíbar
del mar de tus ojos y que no brote
más pasión en tu mirada
y que tus labios y mis labios se fusionen
en un naufragio de amor
que nos hunda en el silencio del orbe.
Escucha, un suspiro de amor pasa gritando
tu nombre y mi nombre.
De El rumor del silencio
© Julio Noel
No hay comentarios:
Publicar un comentario