En silencio oigo el dolor de la amapola
que enciende el oro de los trigos
y en silencio bebo las lágrimas que derramas
en las cálidas noches de estío
cuando el ruiseñor eleva su canto a las estrellas
y tú susurras palabras de amor a mi oído.
En silencio oigo el dolor de tu corazón que se derrama
por tus venas, como la blancura por el lirio,
y en silencio recojo ese dolor en el cáliz de la rosa
para beber su aroma cuando tú no estás conmigo.
En el silencio de la noche oigo las lágrimas
que la luna llora cuando en su camino
rompe el color de tu mirada
en los mares del olvido.
En silencio bebo el cáliz de tu dolor
y la amargura de mi delirio.
De El rumor del silencio
© Julio Noel
No hay comentarios:
Publicar un comentario