Tu mirada y mi silencio solos en la penumbra.
El aire acaricia las hojas de un roble.
El verdor huye como pájaro que vuela en busca
de la libertad y tu mirada se hunde en la brisa.
Dos lágrimas rodaron por el silencio de la
noche y una sonrisa se posó sobre la luna y
el mar. Eran las doce... y unos ojos se perdían
en la brisa. Una lluvia de estrellas
hirió el viento en la soledad de la noche
y los pétalos de tu fragancia se echaron a volar.
¡Tus ojos y mis labios solos en la penumbra!
Tu mirada cayó en el mar y mi silencio en la bruma.
Dos lágrimas rodaron en la noche
y una sonrisa se posó sobre el mar y la luna.
De El rumor del silencio
© Julio Noel
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