Mil colores hieren
el perfume de tus labios
en los besos azules que beben
la sonrisa de una tarde de mayo.
Tus rojos pétalos derraman
aromas colorados
en las alas del viento
y en el vuelo de los pájaros.
Vuelan por los espacios infinitos
mis suspiros más amargos
para libar tu consuelo
en los azules topacios
y para beber en el marfil de tu frente
la caricia de tus ojos glaucos.
Mil abejas liban
el carmín de tus labios
una tarde de oro,
¡dorada tarde de mayo!
De Sonrisas y lágrimas de primavera
© Julio Noel
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