lunes, 16 de diciembre de 2024

Un tul de seda cubría de melancolía mi llanto

 

Un tul de seda cubría de melancolía mi llanto,

mi llanto que se ahogaba en la curvatura del tiempo,

mi llanto que moría en la negrura

de un graznido.

Los pájaros se hundían en la oquedad de su vuelo

perseguidos por el rubor del alba,

perseguidos por el azul

del cielo.

Y mis ojos

sólo veían una sombra que crascitaba la quietud

del silencio.

Azucenas encendidas como amapolas

recitaban plegarias de amor que resbalaban

por sus labios yertos

y una añoranza sin fin ondeaba en la suavidad

de mis sueños.

De Cárcel de amargura 


© Julio Noel 


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