lunes, 9 de diciembre de 2024

Los dedos de la tristeza se hunden en mi hastío

 

Los dedos de la tristeza se hunden en mi hastío y sus uñas

arrancan la piel de mi dolor. De las heridas de

mi llanto fluye una amargura púrpura que enrojece

la blancura

de la inocencia

y cae esparcida por mis labios.

Heces que yo bebo de ese vino amargo.

Por la angustia de mi mirada sube

el rencor de una sombra solitaria,

el eco de la voz que hiere mi llanto,

el pasmo

y el terror de mis sentidos.

¿Hasta cuándo he de vivir amarrado a las cadenas

de la amargura

en esta cárcel de soledad y olvido?

De Cárcel de amargura 


© Julio Noel 

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