miércoles, 11 de diciembre de 2024

Desde la hondura de mi abandono vi cómo se derramaba una lluvia

 

Desde la hondura de mi abandono vi cómo se derramaba una lluvia

de melancolía por los labios de la inocencia,

vi cómo se diluía el blancor de unos

pétalos en la negrura de una sombra solitaria,

en la negrura

de un cuervo rencoroso.

Desde la hondura de mi abandono

pude ver la inquina de una mirada que caía sobre mi espanto,

que caía sobre el dolor de mi destino.

Lejos,

muy lejos de mí,

quedaba la luz amada,

la claridad que envolvía mis sueños,

el blanco arrullo de la paloma,

la sinfonía polícroma del jilguero.

Desde la hondura de mi abandono pude ver los ojos

del recuerdo.

De Cárcel de amargura 


© Julio Noel 

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