viernes, 27 de septiembre de 2024

Era suave la transparencia de la mañana que penetraba en la luz

 

Era suave la transparencia de la mañana que penetraba en la luz

de mis ojos. Se posaba como un velo de ternura

en la orilla de mi soledad.

Era como un perfume

de violetas

que se arrastrara

por el aroma de la hierba,

como una fragancia lumínica que acariciara el cielo añil,

como la inocencia de la blancura que cayera sobre las cadenas

de mi dolor.

¡Ay!,

una sombra sin rostro rompió la transparencia de la mañana

y de nuevo bebí el acíbar de mi prisión.

Pájaro de luz, ¿volveré a volar algún día en la tersura

de tus alas?

De Cárcel de amargura 

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