miércoles, 17 de abril de 2024

Tuve miedo de una mirada iracunda que hendía el vuelo

 

Tuve miedo de una mirada iracunda que hendía el vuelo

de un sueño alígero. Tuve miedo del clamor de unos ojos que cortaba

las alas de la libertad. Tuve miedo del terror de una cárcel

que amarraba con hilos de espanto.

Tuve miedo del abandono.

Tuve miedo de la soledad.

Horas de tedio infinito fluían lentamente

por la orilla de mi corazón cansado

y mis ojos

derramaban

invisibles lágrimas amargas

que iban llenando con parsimoniosa lentitud

el aljibe de mi dolor.

Y por los huecos del desencanto veía alejarse la blancura

de la luz hacia horizontes de ensueño.

De Cárcel de amargura 

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