jueves, 4 de abril de 2024

Los rigores del invierno me llevaron a la blancura de la inocencia

 

Los rigores del invierno me llevaron a la blancura de la inocencia

y caí en sus brazos como en la blandura del rocío.

Bebí los aires

de la libertad

como pájaro que atraviesa

la transparencia del frío. Bebí la luz,

bebí el tiempo

y descendí la espiral del silencio con pies alados.

Volé como el viento por desiertos inmensos y mares agitados,

pero una cruel mirada rompió mi sueño.

De mis labios se derramó un largo suspiro

que mancilló el blancor de los lirios

y una lágrima

colmó de amargura la dulzura del candor.

¡Oh vuelo encadenado a la prisión del dolor!

De Cárcel de amargura 

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