¿Hasta dónde llegará la cólera de unos ojos ensangrentados
por el resentimiento?
Cae la furia sobre una inocencia incólume.
Hay gritos desgarrados en la línea del silencio,
horas interminables que giran en
los círculos del tiempo como olas de un dolor sin límites
y bocas de espanto que se hunden en la indiferencia del abandono.
Entre tanta desolación
rueda la amargura de una lágrima
por el borde del llanto
y un mar sin orillas oprime los corazones afligidos.
Un canto de luz atraviesa la transparencia del aire
hasta el límite del viento.
¡Ah, quién fuera ave para volar
por la inmensidad azul del cielo!
De Cárcel de amargura
© Julio Noel