Una mirada desorbitada gira en torno al silencio.
La mueca del rencor se retuerce en unos labios sin orillas.
La fusta cimbrea el lento fluir de los segundos.
El horror se palpa en la inocencia de cien ojos atemorizados.
Un silencio atronador restalla en las paredes del miedo
cuando de la boca candorosa surge
un grito angustiado
y lágrimas amargas resbalan por el río del dolor.
¿Qué crimen ha cometido?
¿Acaso ha robado el vellocino de oro
o teñido de púrpura la nieve del candor?
¡Ah libertad escondida en las hojas del viento
y en el rumor azul
de los lirios y las violetas!
Contigo corretearé de nuevo.
De Cárcel de amargura
© Julio Noel
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