Deja que mis dedos toquen el silencio de tus labios,
que entre en la ternura de tus pétalos,
que tu sombra me abrace en este mar de aromas
que invade tu cuerpo.
Una lluvia de emociones se derrama sobre mis manos
cuando acaricio tu piel,
una nube de deseos se eleva hasta tocar la plenitud
de la noche
y mis dedos se alargan hasta rozar el borde
de tu silencio.
Sombra que te desvaneces en la sombra,
pasión, locura, ensueño,
deja que acaricie la sonrisa de tus labios,
que beba la redondez de tus besos,
que tus ojos me abrasen,
amor eterno.
De Pétalos rojos
© Julio Noel
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